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Fecha: 17/02/2005 fuente: DIARIO MONTAÑÉS-DIARIO ALERTA
ADIC DENUNCIA INTERESES INMOBILIARIOS EN EL MONTE PICOTA
ADIC APOYA LA DECLARACIÓN DE BIEN DE INTERÉS LOCAL PARA EL MONTE PICOTA EN EL MUNICIPIO DE PIÉLAGOS.

  

     La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha decidido adherirse a los seis colectivos implicados en la defensa de las estructuras defensivas de la guerra civil halladas en el monte Picota y que fueron construidas por los republicanos. ADIC incide en denunciar «los intereses especulativos e inmobiliarios» que se esconden tras las posturas contrarias de las pedanías afectadas a la declaración de Bien de Interés Local por parte de la Consejería de Cultura.

ADIC, junto con ARCA, Mortera Verde, la Asociación para la Protección del Valle de Villaescusa, el Caeap, Acdps, la Asociación de Estudios Pasiegos y la Asociación Liérganes XXI, entiende como zona de especial protección al conjunto arquitectónico-histórico que conforma en el monte Picota.

«Con ello -señala ADIC- y de igual manera que se ha producido en otros lugares de Europa, caso de Normandía, o en Aragón, en el antiguo Frente del Ebro, se debieran proteger espacios de histórica relevancia, con un recuerdo permanente de aquellos aspectos del pasado que nunca debieran olvidarse de modo que nunca puedan volver a repetirse, en este caso, la guerra civil española».

ADIC reincide en el probable asunto de fondo de esta situación, «y es la lacra tradicional de este país: la especulación urbanística y su afán destructivo sobre nuestra cultura y paisaje». Esta asociación indica que se trataría «del enésimo caso de afán especulativo, en este caso en el espacio del monte Picota, por lo que se estaría tratando de evitar la consecución del estatus de zona protegida».

     ADIC SE SUMA A LA PLATAFORMA POR LA DECLARACIÓN DE BIEN DE INTERÉS LOCAL DE LOS BUNKERS DE LA PICOTA.

 La Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) ha decidido adherirse a los seis colectivos implicados en la defensa de los restos urbanísticos –trincheras, acuartelamientos, búnkeres, torretas…etc que aún se conservan en el Municipio de Piélagos. La Asociación incide en denunciar los intereses especulativos e inmobiliarios que se esconden tras las posturas contrarias a la declaración de este espacio como zona protegida.

 

La Asociación, junto con ARCA, Mortera Verde, la Asociación para la Protección del Valle de Villaescusa, el CAEAP, ACDPS, la Asociación de Estudios Pasiegos y la Asociación Liérganes XXI, entiende como zona de especial protección, al conjunto arquitectónico-histórico que  se conforma en la zona del Monte Picota. Con ello, y de igual manera que se ha producido en otros lugares de Europa, caso de Normandia, o en Aragón, en el antiguo “Frente del Ebro”, se debieran proteger –en este caso con la declaración de Bien de Interés Local- espacios de especial interés histórico, jamás como un monumento a la guerra, el militarismo o la barbarie humana, sino como un recuerdo permanente de aquellos aspectos de la historia que nunca debieran olvidarse de modo que nunca puedan volver a repetirse, en este caso, la Guerra Civil.

 

Del mismo modo ADIC reincide en el probable tema de fondo de esta situación, y es la lacra tradicional de este país: la especulación urbanística y su afán destructivo sobre nuestra cultura, nuestras manifestaciones paisajísticas, culturales, etnográficas, sociales… etc. Se trataría, a juicio de la Asociación, del enésimo caso de afán especulativo, en este caso concreto, sobre todo el espacio de la Picota, por lo que se estaría tratando de evitar la consecución del status de zona protegida, y poder edificar libremente sobre la misma. Todo ello implicaría la destrucción de un espacio no sólo de especial protección paisajística o natural, sino que, además haría desaparecer toda una serie de construcciones históricas. Recordemos que dichas construcciones son relativas a la Guerra Civil, a la defensa de la zona frente a la amenaza de las tropas fascistas, y también a la Segunda Guerra Mundial, por cuanto esta zona fue posteriormente reforzada y mejorada, ya por el gobierno franquista, con el fin de ser zona defensiva frente a una hipotética invasión aliada durante la citada contienda, al ser el Estado español aliado de Alemania.

 

En definitiva, ADIC señala como doblemente importante la declaración de la zona como de especial protección, en primer lugar, por la defensa de un espacio de interés, y en segundo lugar, por frenar, al menos en este punto, el avance destructivo de la llamada “mafia del hormigón” sobre Cantabria.


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