La  Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), insta al Gobierno de Cantabria a defender a nuestra Comunidad Autónoma, llevando hasta las más altas instancias del Estado y de la Comunidad Europea la denuncia de la agresión que la Junta de Castilla y León  ha comenzado ha ejecutar con la instalación  indiscriminada y masiva de Parques Eólicos en la zona sur-oriental de Cantabria , en el limite con la provincia de Burgos, sobre territorio de jurisdicción de la Comunidad de Castilla y León . Esta agresión se materializa con la construcción de veinte proyectos industriales eólicos ya en marcha, y mas de seiscientos aerogeneradores previstos, los cuales serán  visibles desde amplias zonas de nuestra Comunidad, incluso como una nueva “Muralla China” que siembre de aerogeneradores de ochenta metros de altura toda la cumbre de la Cordillera Cantábrica desde el Puerto del Escudo hasta el limite con Vizcaya.

La actitud de la Junta de Castilla y León ante este tema ha sido de total prepotencia y unilateralidad, pues a pesar de infringir el mayor daño económico y medioambiental a Cantabria , ha hecho oídos sordos ante las diferentes iniciativas que para intentar paralizar y reconducir este problema ha presentado tanto el Gobierno de Cantabria como diferentes asociaciones sociales.

    ADIC es absolutamente defensora del desarrollo y la potenciación de energías alternativas, entre las que se encuentra la Energía Eólica pero esto no debe suponer que las mismas se efectúen de una forma incontrolada y masificada, instalando estas en los lugares menos apropiados posibles.

De todos en sabido la singularidad del Territorio Pasiego y del Valle de Soba por sus valores paisajísticos, etnográficos y arquitectónicos. La buena conservación de un paisaje es uno de los pilares básicos para el desarrollo del turismo rural que conlleva importantes beneficios en la economía, en el empleo, en la fijación de población , factores todos estos de absoluta necesidad para una zona de Cantabria que no tiene otras alternativas de actividad económico que la del turismo rural  ante la cada vez mas deteriorada actividad ganadera tradicional.  Todo este potencial quedara anulado, no recibiendo Cantabria compensación alguna por los daños causados y beneficiándose únicamente Castilla de esta explotación arbitraria e irracional .

Nos es difícil creer que la Junta de Castilla y León no puede encontrar lugares mas apropiados en la extensa provincia de Burgos para la instalación de estos parques eólicos, lugares menos habitados y con menor valor paisajístico y medioambiental donde el daño a la naturaleza fuese infinitamente menor. También nos gustaría saber que pensaría la   Junta de Castilla y León  si en el supuesto de que el limite territorial entre ambas Comunidades pasase por la cumbre del monte que se encuentra detrás de la monumental Catedral de Burgos, el Gobierno de Cantabria lo pretendiese sembrar de aerogeneradores.