Bernardo Colsa fue reelegido el pasado sábado, 20 de marzo, por cuarta y última vez como presidente de la Asociación para la Defensa de Cantabria (ADIC) que celebró su 34 asamblea. Sólo una candidatura, con Carlos Ruiz y Ramón Villegas como vicepresidentes, que logró la unanimidad de los votos y en la que se han incorporado algunos nombres de los sectores más dinámicos de la asociación, como el área de cultura y el de historia, ejes sobre los que pivotará las actuaciones de ADIC para el próximo ejercicio, aunque con una línea continuista. De hecho, la asociación continuará con su campaña de promoción de los símbolos cántabros de autogobierno; la dignificación de los hechos que marcan la historia regional; la promoción y divulgación de elementos como el escudo, la bandera y el himno; y la solución al debate abierto sobre el lábaro. ADIC señaló ayer que espera culminar con el reconocimiento parlamentario del lábaro, bien a través del escrito pendiente de contestación, bien a través de una iniciativa legislativa popular. ADIC también continuará con su reivindicación de las asignaturas cántabras, no solo en la Universidad sino también en la enseñanza obligatoria, ante el «analfabetismo sobre Cantabria», en estos ámbitos. La asociación vuelve a reclamar un aula de música tradicional con estudios oficiales. Los vocales de la nueva Junta Directiva son Angel Lezcano, Toño Rodríguez, Carlos Alútiz, Inma Rodríguez, Che Pastrana, Carlos Sopeña, Josemi Fernández, Manuel Fernández, Asun Cuevas, Maria José Mínguez, Neco Rey y Ricardo Calderón.
Homenaje a los miembros de la primera Junta Directiva de ADIC, en 1976.
La Asamblea finalizó con el acto de homenaje a los socios fundadores de ADIC. El homenaje es el punto de partida de los actos que ADIC celebrará durante un año y que culminarán el 26 de abril de 2011, fecha del 35 aniversario de la constitución de la primera junta directiva. A la cita acudieron 13 de los 36 miembros, algunos ya fallecidos, otros de viaje o ilocalizables y, algunos, también, en otros derroteros políticos. Miguel Angel Revilla fue presidente de aquella primera junta directiva de la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), cuyos líderes actuales rindieron un homenaje a los 36 que firmaron el acta fundacional. «ADIC es la nueva historia de Cantabria, sin ADIC esto no se llamaría Cantabria», insistió Revilla, quien destacó que la región no sólo se ha consolidado sino que «ahora cuenta» y ha conseguido ser el territorio de España con más apoyo ciudadano a su tierra, donde ha «arraigado el sentimiento de pertenencia».
Diploma entregado en el homenaje a los miembros de la primera Junta Directiva de ADIC del año 1976.
Se empezaba a hablar de democracia, de autogobierno, de identitidad, pero Santander era aún solo Santander, una provincia de Castilla la Vieja. Era el año 1976 y Cantabria, aseguró en el acto el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, había perdido fuerza y sus señas de identidad, estaba dormida. «Pero despertó, y ese despertar lo trajo ADIC, origen de esta etapa gloriosa que es ya absolutamente irreversible», sentenció. ADIC tiene hoy casi 2.000 socios, pero llegó a contar con 5.000 en el año 1978, justo antes de que se creara el PRC como partido político que se nutrió de buena parte de los líderes, y de la ideología y reivindicaciones de la asociación cantabrista. Revilla, que aún es socio de ADIC aunque asegura no meterse en sus asuntos, es un ejemplo, como el de Rafael de la Sierra (diputado), Antonio Pérez (concejal) o Manuel Rotella (ex alcalde de Torrelavega), también homenajeados el sábado. Los actuales responsables de la asociación destacaron los logros conseguidos, pero también advirtieron que «las amenazas aún permanecen». «Los objetivos siguen siendo los mismos: dignificar a Cantabria y conseguir las mayores cuotas de bienestar», apuntaba el actual presidente de ADIC, Bernardo Colsa, en la presentación del acto. El discurso de Revilla se centró en reconocer el papel de ADIC y su protagonismo decisivo en el origen de lo que hoy es Cantabria, que empezó a despegar, dijo, en 1995 (año en el que el PRC llegó por primera vez al Gobierno). De ese impulso, agregó, a la realidad actual, en la que la comunidad «cuenta» fuera de sus fronteras y es la región española que mayor convergencia ha alcanzado con Europa. «Y aún estará mejor», advirtió el presidente, cuando se solucione definitivamente uno de los retos que ADIC se planteaba ya a finales de los 70: el aislamiento. Las razones del homenaje las dejó claras Colsa durante su intervención: dar las gracias a los hombres que hace 35 años apostaron por reivindicar la identidad de Cantabria y su autogobierno hartos de ver como la región «languidecía» en todos los ámbitos: cultural, social, económico y laboral. Ese grupo, destacó, «dio un golpe sobre la mesa para cambiar el estado e las cosas» y lo hizo en unos tiempos difíciles, cuando estaba prohibido reunirse, opinar, hablar de política o reivindicar. «Gracias por empezar el camino, gracias por abrir las conciencias, gracias por apostar por Cantabria», indicó al reelegido presidente de ADIC. Cantabria es hoy lo que es «por vosotros, porque vuestro amor, vuestro compromiso por vuestra tierra, os hizo superar numerosas dificultades personales, laborales, familiares. para conseguir que todos nos beneficiáramos, los creyentes y los agoreros, para construir un futuro mejor para todos». Un mensaje que caló hace tres décadas y tuvo una respuesta favorable de la ciudadanía porque «la conciencia y la identidad, estaba latente; oculta, adormecida, pero estaba ahí como siempre estuvo, dispuesta a despertarse», apuntó Colsa, quien destacó que la asociación no nació para lamentarse sino para «corregir un rumbo» y hablar de autonomía, autogobierno y acercar la administración al ciudadano. Unas exigencias que, a juicio del líder de ADIC, se han revelado como «un éxito indiscutible». «Puede comprobarse que lo andado es satisfactorio, a pesar de las lagunas que aún encontramos y de las agresiones que sufre todavía nuestra personalidad histórica y nuestra identidad», sentenció. |