La ‘Plataforma para el desarrollo racional de la energía eólica’, formada por los principales grupos ecologistas, culturales y de defensa del patrimonio, se plantea organizar una manifestación.
El desarrollo eólico previsto por el Gobierno autonómico cuenta con un amplísimo rechazo social que engloba los principales grupos ecologistas, culturales y de defensa del patrimonio. Un rechazo que crece de la mano de la ‘Plataforma para el desarrollo racional de la energía eólica’, que volvió a reunirse ayer –como cada semana– y se plantea organizar una manifestación para oponerse a la política eólica del Gobierno autonómico, según informó ayer a ALERTA el miembro de Cantabria Nuestra Javier Ceruti.
El pasado verano, los colectivos ADIC, ARCA, Asociación ARCERA, Cantabria Nuestra, Ecologistas en Acción, Federación ACANTO, Fundación Naturaleza y Hombre, Foro Becedo, Mortera Verde, Revista Cantárida y SEO Birdlife suscribieron un manifiesto profundamente crítico con dicho desarrollo, al hilo del concurso público para la asignación de potencia eólica para la posterior instalación de industrias eólicas capaces de producir 1.400 megavatios de potencia, presentado el pasado 17 de junio por el consejero de Industria, Juan José Sota.
El miembro de ARCA Carlos García confirmó ayer a ALERTA que la posición de rechazo al desarrollo eólico previsto por el Gobierno autonómico «no ha variado» pues la postura del Ejecutivo «es la misma» que cuando Sota presentó el concurso público, cuya zonificación abarca prácticamente todo el territorio autonómico excepto la franja protegida por el Plan de Ordenación del Litoral y el área que queda al oeste del río Besaya.
Los colectivos firmantes del ‘Manifiesto por la ordenación racional de la energía eólica en Cantabria’ –que dio lugar a la Plataforma– coinciden en que la amenaza del cambio climático hace necesario el impulso de las energías renovables –incluida la eólica– pero también coinciden en que éste debe llevarse a cabo con criterios racionales de sostenibilidad ambiental y de interés general, y cumpliendo la legislación vigente –incluida la ambiental–. Y urgen al Gobierno autonómico a elaborar un Plan Eólico que parta de estos parámetros.
El propio Sota ha reconocido en sede parlamentaria que en Cantabria no existe un Plan Eólico sino una modificación del Plan Energético de Cantabria 2006/2011, una modificación que supone pasar de contemplar la producción de 300 megavatios en tres zonas muy localizadas a contemplar la producción de 1.400 megavatios en muy diversas zonas.
Para el miembro de ARCA Carlos García, dicha modificación es «un eufemismo» al que el Gobierno autonómico ha recurrido «para eludir la declaración de impacto ambiental» que llevaría aparejado un Plan Eólico como el que a su juicio debería elaborar el Ejecutivo para llevar a cabo su desarrollo eólico sin hacerlo «de tapadillo».
En sus reuniones semanales, la ‘Plataforma para el desarrollo racional de la energía eólica’ ha estudiado ya algunas sentencias judiciales que condenan prácticas de este tipo en otras partes del Estado. En palabras del miembro de Cantabria Nuestra Javier Ceruti, «la ley dice que hacer una casa requiere una evaluación estratégica ambiental, y el Gobierno responde que él no está haciendo una casa sino cuatro muros y un tejado».