PEQUEÑOS Y MAYORES HICIERON DE LA MAGDALENA UN PUEBLO EN FIESTAS. La lluvia deslució el final del 'Día Infantil de Cantabria' al que acudieron cientos de familias.
«Alegría, alegría, que dure, dure, que más vale alegría que pesadumbre». Ese estribillo del trepeleñe entonado ayer por el grupo folklórico San Blas de la Montaña de Torrelavega fue vivido ayer en el recinto de la península de La Magdalena por cientos de familias cántabras que salieron de casa pensando vivir la jornada como la de un día especial.
La lluvia que llegó con la tarde resultó casi un alivio para muchos de los desplazados de distintos pueblos de la región. El agua fue una buena excusa para recoger los bartulos y llegar a casa con el tiempo suficiente para ver el partido de la selección tras recorrer los distintos escenarios y carpas montados por la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC), una fiesta que es de Interés Turístico desde 2003.
Lo cierto es que para ver un día al año en Santander, al lado de la playa y con el fondo de barcos pasando por la canal, escenas propias de los pueblos es especial. El izado de las banderas de Cantabria y de ADIC fue uno de los momentos más emotivos. El acto contó con la presencia del presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla y de su hija Lara, de nueve años, el consejero de Presidencia y Justicia, Vicente Mediavilla, el primer teniente de alcalde de Santander, Samuel Ruiz, la concejala de Turismo, Gema Igual y el de Mercados, Ramón Saiz.
Los niños tuvieron ayer una buena inmersión en lo cántabro que era de lo que trataba la fiesta a través de diversos juegos y actividades. La Asociación Brenes de Torrelavega organizó una gymkhana de seres mitológicos, juegos con paracaidas y concursos de plastilina y cerámica cántabra.
Sesión de cuentos infantiles con Alberto Sebastian.
No faltó una pareja de pitu y tambor, Joaquín Arnáiz y David Gómez y pasacalles y desfiles de personas ataviadas con los trajes regionales de las distintas comarcas cántabras. En la carpa principal del recinto había diversos puestos de artesanía popular, libros y música. En su interior se podía seguir la fabricación en directo de unas albarcas. Eso es lo que hacía el artesano Enrique Pérez Solar, que llegó de Celis con sus nietos Adrián y Jairo. A escasos metros, Santiago Girón de Pámames tañía un rabel. Este artesano de la madera aprovecha los palés de pino para hacer casas, hórreos, iglesias. Con la madera de cerezo y nogal fabrica rabeles, pese a que ese instrumento pastoril no tiene hoy mercado. «Yo disfruto haciéndolos» argumenta.
Artesano de Albarcas en el Dia Infantil.
Por el escenario principal, montado sobre un camión de Cantur, se fueron relevando diversos grupos folklóricos. Abrió la ronda el grupo de danzas de Cartes. En otro escenario, el de la Huerta, se celebró un concurso de trajes populares infantiles y hubo también baile y competiciones con ollas y otros deportes rurales. Los asistentes pudieron adquirir en el mercadillo desde empanadas, rosquillas, quesadas hasta garrapiñadas y miel. Y los niños llevarse gratis un cepillo de dientes con el contento de sus padres.
ADIC repartió 1.500 raciones de marmita. Fue elaborada por Manuel Revilla, de Solares. Su peña, la del Pimiento, era la primera vez que lo hacia. Facilitaron un bol con la vianda, además de pan, cuchara y servilleta. Luego llegó la morrina y se cumplió eso de que en el día infantil llueve. Este año no pudo celebrarse el primer domingo de junio por esa causa. Los organizadores se fueron a casa satisfechos.
ADIC RECONOCIÓ LA LABOR DE LOS IMPULSORES DEL GRUPO COVADONGA.
El matrimonio Rivera-Cobo recibió ayer una placa.
Este año los homenajeados en el 31 Día Infantil fueron el matrimonio formado por Pilar Cobo y José Luis Rivera, fundadores del Grupo de Danzas 'Nuestra Señora de Torrelavega' en 1972. Rivera se quitó protagonismo y dijo que el nacimiento surgió de la Asociación de Padres de Alumnos del colegio Menéndez Pidal. Él bailaba con el grupo de Danzas de Tanos. Rivera se mostró orgulloso del acontecer del grupo que aglutinó a muchos vecinos del barrio Covadonga. «Han hecho mucho por el folklore montañés. Han salido monitores, piteros, cantantes, pandereteras». Su esposa Pilar es la responsable del vestuario del grupo y desde hace quince años dirige un taller de trajes regionales en la capital del Besaya.
Pilar Cobo y Jose Luis Rivera.
Tan contentos como ellos estaban cuatro mujeres que ayer lucían por primera vez un traje regional salido de sus manos. «Estreno algo que es de mi tierra», comentó Cristina Vivas, una abuela santanderina que iba ataviada de pescadora de gala, lo mismo que su amiga Josefa. Las otras dos, Cristina y Carmen, de pasiegas con traje de gala. Su profesora en la escuela de ADIC, María José Domínguez, les cortó las telas y ellas cosieron sus vestidos regionales. Cristina y su nieta Sara Aja son pandereteras y ayer estaban felices de poder pasear por La Magdalena esos trajes que en su día pescadoras y pasiegas llevaban cuando llegaban sus maridos de la mar o los días de fiesta.
REVILLA: «EL ESPÍRITU DE CANTABRIA HA CUAJADO».
El jefe del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Revilla, consideró ayer que el «espíritu de Cantabria» se ha ido acrecentando en las últimas décadas de una manera que «ni lo podía soñar» cuando hace 31 años se celebró la primera edición del Día Infantil para preservar las tradiciones, las raíces y la cultura del pueblo. «Ha calado» afirmó con orgullo Revilla y «cada día son más los niños ataviados con el traje regional, hay más cantantes y más coros y danzas y más jóvenes menores de 35 años que ha vivido esta etapa y se identifican con la región» afirmando que están «orgullosos de ser cántabros y españoles».
Autoridades del Gobierno de Cantabria y del Ayto. de Santander.
Revilla, que acudió a la fiesta acompañado por dos hijas, hizo estas declaraciones a los periodistas tras el izado de banderas. El presidente cántabro se mostró emocionado porque no sólo no se haya perdido ese legado, que en gran parte atribuyó a ADIC y a su partido «No hay más que ver hoy la euforia y el sentimiento de arraigo que hay en Cantabria de aquello que se inició como un experimento hace 31 años y hoy está consolidado y es irreversible». |