EXALTACIÓN DE LO AUTÓCTONO. El 'Día Infantil de Cantabria' inundó La Magdalena de miles de familias. A la fiesta de exaltación regional de ADIC acudió el presidente en funciones, Miguel Ángel Revilla. DONATA BUSTAMANTE/SANTANDER
Varios miles de personas celebraron ayer juntas en el recinto de La Magdalena el 'Día Infantil de Cantabria. A la fiesta de exaltación de lo autóctono que, desde hace 30 años viene celebrando ininterrumpidamente la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) el primer domingo de junio, lo único que le falló de verdad fue un día soleado. La organización cifró el número de asistentes en unas 70.000 personas.
El presidente del Gobierno en funciones, Miguel Ángel Revilla junto a su esposa, Aurora Díaz y su hija Lara asistieron a mediodía al solemne acto del izado de las banderas en la campa. Diversos grupos de danzas y de miembros de la Asociación de Trajes Populares Cántabros rodearon los postes, mientras un grupo de niños ataviados con el traje regional desfiló hasta los mástiles con las enseñas de Cantabria, ADIC y la del Lábaro precedidos de unos piteros, algo que no puede faltar en cualquier fiesta que se precie de montañesa. Esos mismos pequeños izaron las insignias patrias, mientras sus mayores contenían en muchos casos las lágrimas.
Fue, sin duda, el momento cumbre para los presentes en el acto, algunos de los cuales tarearon algunas de las estrofas del himno 'Cantabria querida' al que puso fondo musical la banda de gaitas 'Cantabria'. Además de Revilla, al que la gente felicitó por sus resultados electorales, asistió el consejero de la Presidencia en funciones, Vicente Mediavilla, acompañado también por su esposa y su hija Pastora.
La realidad es que desde media mañana el goteo de familias al recinto de La Magdalena fue constante. Muchos cargaban con mesas, sombrillas, sillas y toallas dispuestos a disfrutar de la familia, de los amigos y de una jornada al aire libre. Tras dejar los trastos en las praderías de la península marcando territorio y al resguardo de algún pariente, se esparcían por los distintos escenarios de actividades. Estas habían comenzado a las once de la mañana con una carrera campo a través organizada por el que fuera una figura de los 100 kilómetros, José Antonio Soto Rojas, en la que críos y chavalinas se dejaron el alma para llegar a la meta los primeros.
El presidente regional en funciones, uno de los fundadores de ADIC y promotor de la fiesta, recordó la razón de esta iniciativa que este año ha cumplido la trigésima edición.
«La creé en 1977 con la idea de que no se perdieran las costumbres y las tradiciones y cada vez cobra más auge». Y justo con esa didáctica de trasmitir el amor a la tierra propia, ayer, un año más, los grupos de danzas 'Santa Justa de Ubiarco' bailaron en el escenario de la campa jotas montañesas, algunas lebaniegas de la que es maestra Nines la de Caloca.
En otro escenario próximo a la playa Bikini, otros grupos infantiles de Torrelavega, Ribamontán al Mar, Suances y Liébana demostraban con sus bailes que el folklore cántabro está vivo. Revilla confesó que se sentía reconfortado al comprobar cómo los niños y muchos jóvenes «se sienten orgullosos de pertenecer a esta Cantabria Infinita». Una devoción por lo propio compatible con el amor a España y con un mundo globalizado, porque «no somos excluyentes».
ADIC homenajeó al escritor José Ramón Sáiz Viadero por su aportación cultural a la comunidad cántabra. Su presidente, Bernardo Colsa le hizo entrega en el transcurso de la fiesta de una placa y a su esposa de un ramo de flores.
La fiesta, de Interés Turístico Regional desde 2003, contó con una exhibición de aluche (antigua lucha cántabra) y de las modalidades de deporte rural: carrera de lecheras, tiro de cuerda, salto del pasiego y corte de troncos.
Por la tarde, se dieron una vuelta por La Magdalena el presidente regional del Partido Popular, Ignacio Diego y el concejal de Barrios de Santander en funciones, Santiago Recio.
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