La asociación manifiesta su máximo respeto hacia los símbolos del Estado, entre los que destaca, cómo no, su bandera, pero entiende el gesto de los directivos racinguistas como un acto improcedente, ya que no es función del Real Racing Club el representar a España pues para eso esta su selección. El Racing, como mucho, representa a la propia UEFA, y fuera de esa dimensión administrativa, a quien debe representar y a quien representa es a su ciudad de procedencia y a Cantabria, la tierra que le ha hecho llegar donde está, la afición que le ha sufrido y querido durante décadas de miserias y decepciones.
ADIC entiende como ineludible el hecho de que es el Racing uno de los mayores embajadores que pueda tener Cantabria en el mundo. Así lo entienden además los miles y miles de aficionados y ciudadanos en particular que de manera profusa e insistente confluyen en el racinguismo con simbología cántabra de manera permanente. Por ello, de hacer caso al sentimiento de adscripción mayoritario, debieran ser lo símbolos cántabros los que primasen en la equipación deportiva y no otros, aunque ADIC también cree que los únicos símbolos que deben estar presentes son los de la propia entidad deportiva-.
Hoy por hoy el fútbol trasciende lo meramente deportivo y supone una vía de trasmisión de distintos mensajes –culturales, turísiticos, económicos….-. De esta manera, sabiendo que Cantabria carece, por desgracia, de la más mínima repercusión ni dimensión internacional, el conjunto verdiblanco podría ser un vehículo “utilizable” en la promoción de nuestra Comunidad, y sería comprensible la incorporación de simbología cántabra.
Nunca un representante cántabro en deporte de equipo ha tenido tanto alcance como el que el Racing va a tener el próximo año. Por ello, como son muchas las competiciones en las que tiene protagonismo los colores de la enseña española, ésta es hasta ahora la única oportunidad que tienen los ciudadanos de Cantabria de ver sus colores en lo más alto de una competición del deporte más importante del mundo. No se trata de falsos debates ideológicos, sino de dar a toda una Comunidad la satisfacción de ver su bandera, de ver como el equipo de sus amores, el que les representa, tiene estampados en su camisa los símbolos con los que se identifican de manera espontánea y sincera.